Obra teatral de las figuras geométricas
Había una vez un círculo de color rojo que vivía dentro de un parque con muchos árboles y flores de colores. Cuando los niños paseaban por el parque tan solo se fijaban en los animales y flores, y jamás saludaban al círculo. El círculo se sentía solo y triste, hasta que un buen día vino el Sr. Triángulo, que era de color azul, y le dijo:
Triángulo- ¡Buenos días Círculo!, ¿por qué estás tan triste?
Círculo- Porque nadie me quiere y prefieren jugar con los animales en vez de conmigo.
Triángulo- No te preocupes, que yo me quedaré contigo y juntos haremos que todos los niños jueguen y se diviertan con nosotros.
Círculo- ¿Qué haremos para que se fijen en nosotros?
Triángulo- Prepararemos unas danzas y juegos para que todos los niños se diviertan. Pero… tenemos un problema, y es que nos falta otra figura para poder hacer el número.
El círculo y el triángulo comenzaron a buscar a la otra figura por todo el parque, y cual fue su sorpresa que se encontraron al Sr. Cuadrado, que era amarillo, tomando el sol y le preguntaron: Círculo y Triángulo- ¡Sr. Cuadrado! ¿Querría usted acompañarnos para que todos los niños puedan divertirse y jugar con nosotros?
Cuadrado- Sí, me agrada la idea. La verdad es que ya estaba un poco cansado y aburrido de no hacer nada. ¿Qué haremos?
Círculo- Ummmmmm, a ver… deje que lo piense…
Triángulo- ¡Ya lo tengo! ¡Cantaremos a los niños nuestra canción favorita!
Triángulos, círculos y cuadrados van corriendo por el parque perseguidos por todos los niños para jugar, ja,,ja,ja Y así fue como las tres figuras geométricas llenaron el parque de música y color. Todos los niños se divertían con ellas y estas jamás volvieron a sentirse solas.
Y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho.